Tanto alumnos como
apoderados se enorgullecen de las
calificaciones altas, pero se preguntaran los padres si esta alta calificación
refleja verdaderamente los aprendizajes de sus hijos, ¿Será una prueba el método que realmente nos
demuestre que un estudiante sabe acerca de determinados temas?
Según investigaciones
del MINEDUC los niños desde pequeños cuando juegan a ser profesores, se distingue
en estos juegos el uso de la “nota” en la que los niños esperan recibir, por lo general una nota 7 y,
cuando los padres toman el rol de profesores, sin serlo, para poder ayudar a
sus hijos en las tareas, también califican el proceso de sus hijos con el fin
de alentarlos a estudiar para que puedan obtener una buena calificación. En
este afán de calificar una aprendizaje tanto padres como alumnos son consientes
que la nota refleja algo, pero no tienen claro que esta “nota”
es la que establece la unión entre el
proceso educativo que sucede en la sala de clase con lo que espera la sociedad,
especialmente padres y administradores de la educación (revista de
educación en MINEDUC.cl).
La calificación muchas
veces no es llevada a cabo de la forma
correcta por los profesores, debido a la gran carga laboral que estos poseen,
pero aun así representa una parte importante del proceso educativo dentro de un
colegio, entre sus ventajas se señala
que crea expectativas de aprendizajes en los estudiantes, padres y
apoderados, además de representar una carta de presentación para desempeños
futuros, pero también posee desventajas que podrían enmarcarse como el aprendizaje memorístico que no tendrá
posteriores beneficios para los
estudiantes, ya que, éste pronto se olvidará.
El objetivo
de la evaluación, es emitir un juicio acerca de los aprendizajes alcanzados por
los alumnos, para tomar decisiones, corrigiendo aquello en lo que no se haya alcanzado
avance.
La calificación debiera comunicar como van los
alumnos de acuerdo a sus aprendizajes. El problema es que en reiteradas ocasiones
se confunde el proceso de evaluación con la calificación, en donde la
evaluación debiese ser el elemento que acompañe a los alumnos durante la
transmisión y apropiación de aprendizajes.
Con el fin
de encontrar una solución a esta problemática
Miguel Ángel Zabalza señala que mediante tres procesos se podría llevar
a cabo una evaluación y calificación efectiva:
1. Buscar, de acuerdo a las opciones valóricas de
cada proyecto educativo y al conocimiento acumulado sobre el tema, las mejores
formas de evaluar los aprendizajes.
2. Aplicar calificaciones que expresen lo más
certeramente posible los resultados de las evaluaciones, no necesariamente
pruebas estándar para todos los alumnos de un curso.
3. Reconocer en las calificaciones una función
informativa. Cuanto más informativas resulten éstas, tanto más cumplirán su
auténtica función en todo el proceso de evaluación y más y mejores consecuencias
educativas se podrán extraer de ella.
En la medida que se realicen calificaciones
para informar avances y no para marcar a
alumnos en sus aprendizajes, la calificación se utilizará de manera óptima en los
estudiantes.
Margarita:
ResponderEliminarMe parece muy adecuado tu articulo, el tema seleccionado es importante para considerar y la forma en que está expuesto bastante buena, cumpliendo con todo lo indicado. También la imagen acompaña de buena forma el contenido.
Al exponer las ideas enumeradas en el final queda muy claro, sin embargo los párrafos de arriba estan muy llenos de ideas y carecen de punto aparte. Además considero que la pregunta inicial podrías haberla redactado un poco mejor.
Saludos.